Manías urbanas : este perro no entra ami edificio

Tengo algo que contarte Laika algo que no deja de asombrarme . Tú sabes que vivo en un edificio que está ubicado en un pasaje y que frente a nosotros hay otro edifico enorme de 13 pisos mientras el mío tiene 3, vistos juntos de lejos producen dolor ocular de los poco estético que resulta ver dos edificios de tan diferente tamaño. Pues llegando del trabajo veo sentado en la berma a un fulano con un pequeño y delgadito cocker marrón. Al entrar a casa Liz me recibe con las siempre exuberantes muestras de cariño y el mismo baile mientras le acaricio su cola mientras mi madre me dice que Liz no para de llorar porque quiere conocer al "amiguito". ¿Qué hace ahí ese perrito mami?.. y mi madre pasa a relatarme que suelen venir unas señoras con el mismo señor y el mismo perro y que el mismo señor se queda sentado con el mismo perrito en el mismo lugar. ¿Cómo no puede entrar?.. "No -me dice mi madre- el portero no deja entrar al perro¡¡¡."
Miro por la ventana al perrito que ha empezado a ladrar seguramente de aburrido acto seguido empieza a rascarse...y recuerdo rápidamente a Colmillo, el perrito adoptado por mi amiga y amado por su hijo, recuerdo que Colmillo se quedó una tarde amarrado al arból de un parque frente a la casa de la abuela del niño, casa en la que no podía entrar Colmillo, y al salir ya no lo encontró.. y nunca más volvimos a saber del perrito .. un animalito rescatado de un parque cuando era cachorro volvió a encontrarse en nada... veo el atardecer y de muy adentro murmuro : Colmillo que Dios te proteja donde quieras que estés¡¡¡..veo salir a las señoras y las veo irse junto con el hombre y el perrito.
Me volteo yendo hacia la cocina y con toda la intención quiero darle la espalda a mis vecinos, a su insensatez de no dejar pasar a un perro a su edificio...Laika, démosles la espalda y olvidemos tamaña insensatez¡¡¡